La simplicidad de una mirada sesgada,… o cegada?

La simplicidad de una mirada sesgada,… o cegada?
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La gente necesita trabajo. Los empleos los genera el emprendedor. Los emprendedores necesitan de los inversores para hacer funcionar su emprendimiento. Los inversores vienen y arriesgan su capital, si tienen reglas claras, seguridad jurídica y garantía de estabilidad en el tiempo.

Entonces, porqué los que “dicen” defender los empleos y los trabajadores, se la pasan haciendo cosas que espantan a los inversores?

Según esta mirada,  el único que arriesga es el inversor, cuando es muy simple observar que los emprendedores arriesgan su idea/innovación, y el empleado arriesga su trabajo. La pregunta que debemos hacernos es, ¿quién está arriesgando mas? ¿Que pasa si el trabajador queda desempleado, o la idea del emprendedor es el trabajo de años y se desploma por falta de inversión? Pensar que el único que arriesga es el que pone la guita es mirar solo una parte de la realidad.

Otra observación que podemos realizar, es respecto de las exigencias del inversor que, según esa mirada, es el único que exige reglas claras, seguridad jurídica y garantías de estabilidad en el tiempo. Pero con un poco de sentido común, podemos decir que todos necesitamos de las mismas tres exigencias. Reglas claras, para que el que invierte no pierda su capital, pero también para que el emprendedor no pierda o le copien su idea/proyecto, y para que el trabajador no pierda ninguno de los derechos adquiridos. Seguridad jurídica para garantizar a todos, que ninguna de las partes va a romper su contrato, sin que sufra las consecuencias pre-establecidas. Y estabilidad en el tiempo para que todos puedan organizarse y progresar en la vida.

Lo que debemos preguntarnos ahora es: ¿quién garantiza las reglas claras, la seguridad jurídica y la estabilidad en el tiempo? La respuesta también es simple, para todo sistema democrático es el Estado el que debe ser garante de todo eso y mucho mas. Por lo tanto, también es simple observar que si los inversores se espantan, no es porque los trabajadores reclaman por sus derechos, sino porque el Estado, no solo no está presente como lo estuvo hasta 2015, sino porque al retirarse completamente dejando que el mercado se “auto-regule”, provoca la desestabilización que estamos viviendo el último año y medio.

Otra y última pregunta, ¿quién ayuda a sesgar, o cegar nuestra mirada?…

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