El clásico entre San Lorezo e Independiente termino igualado 0 a 0
Por Tomás Yacobi
El ciclón tomó la iniciativa, tuvo las situaciones más claras. Y sobre el final acorraló a Independiente, pero no pudo ante la figura del rojo, Rey y con el defensor Barreto. San Lorenzo fue más que Independiente, aunque no le alcanzó y no pudo ser el único escolta de River.
El dominio del balón fue repartido en la primera etapa, con una ligera prevalencia del Ciclón. Sin embargo, hubo una diferencia sustancial: cuando la tuvo, el Ciclón la administró en campo contrario, mientras que Independiente lo hizo en terreno propio, algo que no inquietó al adversario ya que se trató de una tenencia inocua. En definitiva, San Lorenzo fue el que propuso, mientras que el Rojo quedó relegado a un rol de contragolpeador, aunque no por iniciativa propia, sino por la superioridad del local. Lo mejor de los dirigidos por Monzón se vio cuando se conectaron Cazares y el revulsivo Vallejo, quienes dispusieron de espacios.
Los dirijidos por Insua creó las situaciones más claras en los primeros 45 minutos del encuentro. Giay y Braida tuvieron mucha proyección por las bandas, hicieron ancha la cancha y explotaron las espaldas de Barcia y Vallejo. Vombergar y Barrios se cerraron para construir y los volantes de Independiente varias veces a destiempo a las coberturas, por lo que cometieron infracciones que le permitieron a Martegani exhibir su buena pegada en acciones de pelota parada. Lo que más le costó al Ciclón fue tener precisión en velocidad en el último tercio de la cancha, aunque igual tuvo sus chances: un buen centro de Giay al que Braida llegó muy exigido para definir, una jugada en la que Blandi casi la mete de atropellada y obligó a Rey reaccionar. El conjunto de Avellaneda, en cambio, se animó con contragolpes.
En el segundo tiempo, Independiente intentó salir diferente. Marcone y Kevin López se adelantaron varios metros y el equipo se paró más arriba. Con ese cambio estratégico, Valllejo tuvo más acompañamiento en sus excursiones ofensivas y entró más seguido en contacto con la pelota. Sin embargo, el Rojo dejó espacios que San Lorenzo buscó explotar y Rey se lució ante los disparos muy peligrosos de Braida y Blandi. Y Barreto tuvo un cierre providencial en una acción muy clara que no pudieron aprovechar Leguizamón y Vombergar.
El partido tuvo un desenlace caliente y dramático, con un Ciclón que se adueñó definitivamente de la pelota bajo la conducciíon de un Martegani que fue clave por su despliegue y criterio para distribuir con inteligencia . El Ciclón asumió la responsabilidad, soltó amarras y fue a puro empuje en búsqueda del triunfo que le hubiese permitido estar cerca de River. Independiente, que quedó con diez tras la expulsión de Vallejo, trató de aguantar como pudo el concierto de centros del final y fue en ese tramo del encuentro cuando crecieron las figuras de Barrreto y Rey.
Independiente lleva ocho partidos sin ganar, mientras que San Lorenzo, dejó pasar la chance de ser escolta de River.
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