La convocatoria a sesionar coincidirá con la marcha al Congreso con que los docentes acompañarán el paro nacional docente. Los diputados de Cambiemos se preparan para bloquear el tratamiento de los temas si los opositores logran quórum para sesionar.
Tras la decisión del Gobierno de dar marcha atrás con el recorte en las asignaciones familiares en la Patagonia y el norte argentino –ante la amenaza de opositores y un grupo de oficialistas de derogar el decreto–, la oposición volverá a intentar reunir fuerzas para llevar el debate sobre la crítica situación educativa al Congreso.
La larga lista del orden del día reúne más de 60 iniciativas entre proyectos de ley, de resolución y declaración vinculados a temas sobre educación. Además de los mencionados, las iniciativas incluyen “medidas paliativas para afrontar la emergencia del sistema universitario nacional”, la “creación de un fondo federal de mantenimiento y mejora de infraestructura escolar”; un “programa nacional de becas para estudiantes terciarios y universitarios” en el centenario de la Reforma Universitaria. Así como el rechazo al incumplimiento del giro de partidas presupuestarias a universidades nacionales, la expresión de “preocupación” por el proyecto en la Legislatura porteña para la creación de la Universidad de Formación Docente, que pone en riesgo a los actuales institución de formación; y la evaluación de la aplicación del programa nacional de educación sexual integral, entre muchas más.
Los diputados de Cambiemos estarán a la expectativa de si la oposición alcanza el quórum para sesionar, para bajar al recinto y bloquear su tratamiento. Ninguno de los proyectos que figuran en el orden del día tiene dictamen de comisión, por lo que necesitan el voto de los dos tercios de los presentes para tratarse: un número que todo el arco opositor no alcanza si los oficialistas se sientan en sus bancas. El escaso o nulo trabajo en comisiones es otra de las tácticas que Cambiemos aplica para que los proyectos opositores no avancen.
La Cámara de Diputados tuvo su último encuentro el 1º de agosto, con la reunión informativa del jefe de Gabinete. Pero está paralizada desde el 4 de julio –la última sesión especial, convocada por el oficialismo con el temario acotado a sus iniciativas– y lleva ya dos periodos legislativos sin sesiones ordinarias acordadas con la oposición.
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