La universidad pública: piedra fundamental del desarrollo nacional
Las universidades, los ámbitos académicos científico/técnicos y el sistema educativo en general de un país son la semilla que fortalece, potencia y aporta al desarrollo, sin embargo y como en todos los ámbitos, esto puede estar al servicio del desarrollo nacional y el aporte a la humanidad toda o reducirse al privilegio de algunos círculos de poder que están aliados a oligarquías foráneas*.
Toda planificación económica debe estar acompañada de una planificación pedagógica y cultural. Desde la reforma universitaria de 1919, hasta la ampliación de derechos durante el gobierno del General Perón los avances científicos han sido en función de la soberanía y el desarrollo nacional. De igual forma sucedió con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
El pensador Arturo Jauretche, en innumerables libros y escritos advertía como, los intelectuales, políticos y estudiantes que habían logrado quebrar las estructuras pedagógicas, culturales y materiales del país agroexportador hacia 1950, deberían luchar una y otra vez con los sectores dominantes que intentaban sostener los planes culturales y económicos del coloniaje.
El actual gobierno, cuya cara visible es el economista liberal Javier Milei, intenta una vez más vencer estos espacios de pensamiento para obedecer al retorno del coloniaje, en tal sentido traemos a la memoria a otro enorme historiador argentino, José Hernández Arregui, quien en su obra “Imperialismo y cultura” sostenía.
La filosofía del liberalismo que en Europa y en un momento del espíritu humano significó desarrollo y superación histórica de las ideas, en América, al servicio de las clases dominantes, se convirtió en futuro enajenado (1957:27).
Sin ciencia, técnica y profesionales comprometidos con la humanidad y el bienestar de los pueblos, no hay desarrollo nacional. Sin presupuesto universitario no hay recursos humanos que continúen apostando a la industria y la investigación situada, pertinente y pos de la defensa nacional.
Sin economistas que comprendan que la economía debe estar sujeta y subordinada a resolver problemáticas sociales, no hay desarrollo. Sin desarrollo no habrá empresarios nacionales, ni mercado interno. Lo que se reflejará en la falta de justicia social. Sin una dirigencia que tome como ejemplo el rol estratégico y central que asumen los Estados Nacionales en los países emergentes al momento de invertir en ciencia, educación y paz social, no dejaremos de ser un país sometido a los designios de las potencias extranjeras.
El nuevo proyecto de Ley de Bases y Punto de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ley ómnibus) es una amenaza para la ciencia y las tecnologías. La privatización parcial o total de las empresas estratégicas de hidrocarburos, energía, fabricaciones militares, del área de la biotecnología y laboratorios son la puerta de entrada al desmantelamiento final de la estructura productiva de capitales nacionales y la ruptura del tejido social a consecuencia del desempleo y la precariedad laboral.
La gran mayoría de los que integramos USINA somos egresados de las universidades públicas y creemos profundamente en nuestro país. Nos sentimos honrados de tomar la antorcha de los políticos, intelectuales, profesionales y empresarios que han luchado incansablemente por la emancipación nacional.
*Lic. Mariela Montiel – UNLZ – Desde USINA te invitamos a defender las universidades públicas este 23 de abril. Seguilos en Instagram @usina.ok
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