Las fallas mecánicas afectaron al avión de Flybondi Boeing 737-800 registrado con la matrícula LV-HFQ que fuera bautizado por el CEO de Flybondi, el inglés Julian Cook, con el nombre de uno de sus perro llamado “Max”. El avión tiene más de una década de antigüedad y ya ha sido utilizado por más de 22 aerolíneas distintas hasta llegar a manos de Flybondi.
Tras el despegue de la Base Militar de El Palomar a las 18.30 de ayer, el avión no pudo superar los once mil pies de altitud cuando se empezaron a registrar fallas. A pesar de que no hubo un informe oficial de la compañìa, las versiones apuntan a que la avería generó un severo problema de presión en la cabina.
A pesar de lo sucedido, el avión averiado volvió al aire a las 20.42, tras el primer intento frustrado, que duró alrededor de 30 minutos.
Flybondi acumula reclamos de pasajeros por demoras y cancelaciones de vuelos y una catarata de críticas por utilizar aviones viejos que arrastran severas fallas y por operar desde un aeropuerto que no presenta las mínimas condiciones de seguridad.
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